Un hombre ve a una linda señorita que lo saluda, se acerca y le dice:
-- Disculpe, nos conocemos?
A lo que ella le contesta:
--Sí, creo que usted es el padre de uno de mis niños...
El hombre hace memoria:
--Ah, no me diga que usted es aquella bailarina exótica que en la despedida de soltero me cogí sobre una mesa de billar, borracho, mientras una amiga suya me chupaba las bolas, pasándome un pepino entre las nalgas...
--No caballero... ¡Soy la maestra de su hijo!
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